En el blog, tienes que escribir de noche. Es más, en la vida tienes que escribir de noche. En tus sueños lo hacés. Por qué no seguirlo, por qué no acordártelos y continuarlos.
Cuando duermes una siesta pocas veces sueñas, no te has preguntado por qué.
De día la inspiración llega y así se va. De noche la retienes, aunque sea solo un rato más, quédate conmigo.
sábado, 20 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)